Trabajadores y familiares disfrutaron de esta actividad ambiental que tuvo como fin promover las buenas prácticas dentro y fuera de los espacios de trabajo
Caracas, agosto de 2015.- Por tercer año consecutivo más de 130 empleados de Bancaribe participaron en la jornada de siembra de árboles que se llevó a cabo el mes de julio en la Reserva Ecológica de la Universidad Simón Bolívar (USB), una de las últimas muestras de los ecosistemas naturales del sur de Caracas. Esta actividad forma parte del programa Voluntarios Bancaribe que se enmarca dentro de la línea de acción en Responsabilidad Social del Banco denominada Solidaridad Bancaribe.
“Reconocemos que la protección del ambiente y el desarrollo sostenible son responsabilidades colectivas, es por eso que organizamos este tipo de iniciativas que cuentan con el respaldo de los empleados y familiares del Banco”, aseguró Erika Schmid, Directora de Responsabilidad Social Corporativa de Bancaribe.
Alrededor de 600 árboles de diferentes especies, como roble, caoba, cedro, pilón, lecaena, bucare y jabillo, fueron plantados por los Voluntarios Bancaribe acompañados de sus familiares y amigos, en alianza con los Guardabosques de la Universidad Simón Bolívar.
Desde 2010, Bancaribe emprende iniciativas de gestión ambiental que persiguen la reducción del consumo de papel, energía y agua. En alianza con la Fundación Tierra Viva, gestiona la recolección de papel usado para reciclaje y desde marzo de 2013 a julio de 2015, el Banco ha reciclado 105.196 toneladas de papel que representan, entre otros beneficios para el ambiente, 1800 árboles no talados, el ahorro de 670 mil litros de agua, y la no utilización de 307.000 centímetros cúbicos de relleno sanitario.
Esta actividad de siembra se llevó a cabo en el marco del programa Voluntarios Bancaribe, que promueve la participación de los empleados en actividades en beneficio de la comunidad, fomentando así valores de responsabilidad social y ciudadanía, y que tiene como meta para este año aportar un total de 14.402 horas de esfuerzo voluntario.
El Fascinante Origen del Día de las Bromas de Abril El Día de las Bromas de Abril, conocido también como “April Fools’ Day”, tiene raíces históricas sorprendentes. A mediados del siglo XVI, el Año Nuevo se celebraba entre el 25 de marzo y el 1 de abril. Todo cambió cuando un decreto del rey de Francia, conocido como el Edicto de Roussillon, trasladó esta festividad al 1 de enero. Sin embargo, la noticia no llegó a todos de inmediato. Muchas regiones francesas y colonias protestantes en América, por desconocimiento o resistencia, siguieron festejando en abril, lo que les ganó el apodo de “tontos”. Con el tiempo, esta confusión dio paso a una tradición única. Los norteamericanos, ingeniosos y burlones, transformaron el 1 de abril en el Día de las Bromas, una fecha para sorprender con travesuras y regalos divertidos. Lo que comenzó como un error histórico se convirtió en una celebración global, donde la creatividad y el humor son protagonistas. A pesar de su origen europeo, el Día de las Bromas trasciende fronteras. Hoy, empresas, medios y personas aprovechan esta fecha para conectar con audiencias mediante bromas ingeniosas, fortaleciendo lazos sociales y culturales. Es un recordatorio de cómo un malentendido puede evolucionar en algo positivo y entretenido. Fuentes adicionales: “The History of April Fools’ Day” (History.com) “April Fools’ Day: Origins and Traditions” (National Geographic) https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es
Con más de 13.000 años extinto, el lobo gigante renace en laboratorio como el primer caso exitoso de desextinción, gracias a la edición genética avanzada de Colossal Biosciences. Colossal Biosciences ha alcanzado un hito sin precedentes al presentar tres cachorros que combinan el ADN del lobo gris moderno con variantes genéticas del lobo gigante, especie desaparecida hace más de 13 000 años. Tras recuperar ADN fósil en 2021, el equipo identificó 20 genes clave asociados a mayor tamaño, densidad de pelaje y robustez ósea. Utilizando CRISPR, editaron células de lobo gris para crear embriones implantados en madres sustitutas caninas, dando lugar a Rómulo, Remo y Khaleesi, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, respectivamente. La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, calificó a estas crías como “el primer caso de éxito de desextinción. Estamos creando copias funcionales de algo que solía estar vivo”, declaró en una reciente entrevista. Aunque los ejemplares permanecerán en cautiverio, este avance tecnológico podría aplicarse para proteger especies aún vivas, como el lobo rojo, en peligro crítico y limitado a Carolina del Norte. Este proyecto no solo desafía los límites de la biología sintética, sino que también plantea preguntas éticas sobre el bienestar animal y la conservación. Mientras algunos expertos abogan por protocolos rigurosos y marcos regulatorios que garanticen la responsabilidad ecológica, otros ven en la desextinción una herramienta para restaurar dinámicas de ecosistemas perdidos. De prosperar, la reintroducción de estos lobos podría revitalizar hábitats y equilibrar poblaciones de presas. Sin embargo, su éxito dependerá de evaluaciones de comportamiento en semilibertad y de la capacidad de estos animales para adaptarse a entornos naturales. Fuentes consultadas: Colossal Biosciences (2025). Press Release: First Giant Wolf Cubs. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es