FSV realizó donación de complemento alimenticio para niños de preescolar
Sociedad Anticancerosa de Venezuela y Fundación Seguros Venezuela se unen contra la desnutrición infantil
*** Fundación Seguros Venezuela fortalece su alianza con la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) en tiempos de COVID-19, en el abordaje de alimentos a través del programa “La lonchera de mi hijo”.
La nutrición y alimentación balanceada entre los infantes son factores primordiales para lograr la buena formación mental y física del individuo, precisamente apuntando hacia este objetivo, la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) lleva adelante el programa “La lonchera de mi hijo”, destinado a cubrir necesidades alimenticias en niños de escasos recursos.
En esta ocasión, la Fundación Seguros Venezuela (FSV) donó alimento lácteo en polvo que será distribuido en dos escuelas del sector popular de Catia (oeste caraqueño) que beneficiará a niños en edad de preescolar.
La donación consitirá en entregar la bebida en polvo Lactokiana, similar a la leche, que ofrece en sus componenetes diversos factores alimenticios necesarios para ayudar a la nutrición de los infantes y que complementará sus desayunos.
Este programa está dirigido a cubrir a niños entre 3 y 6 años de edad, y busca inculcar hábitos alimenticios saludables, también en sus padres y demás familiares.
Ya con anterioridad la fundación SV ha sido aliado de la SAV en otros planes, programas y charlas, pero esta es la primera vez que se unen en el abordaje de alimentos.
Alianzas en tiempos de Cuarentena.
Comentó la directora de la Fundación Seguros Venezuela, Marisol Pernía, que “se ha presentado la oportunidad de apoyar este reconocido programa “La lonchera de mi hijo” en tiempo de cuarentena, como un mecanismo directo para llegar a la infancia que presenta desnutrición, siendo la población más vulnerable por diferentes factores, tales como malos hábitos de alimentación, escasos recursos, no contar con un núcleo familiar estable porque sus padres han migrado y quedan bajo el cuidado de sus abuelos que también presentan la misma condición”.
Añadió la directora de la FSV que es de gran satisfacción apoyar los programas de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, y así poder llegar a las comunidades que necesitan atención para mejorar su calidad de vida.
Por su parte, el gerente de Educación de la SAV, César Miranda, además de agradecer a la FSV por su interés y apoyo al programa, destacó que la donación colaborará con el fortalecimiento del deficit proteíco y de carbohidratos evidenciado entre los niños del sector de Catia.
Consultado Miranda sobre la continuidad del programa durante el distanciamiento social dictado a raíz de la pandemia del Covid-19 (en donde se han inhabilitado la asistencia a las escuelas), indicó que no han podido realizar los monitoreos habituales y mediciones atropométricas que forman parte del programa, pero se mantienen en constante contacto con los directores de las escuelas que hasta ahora forman parte del programa “La lonchera de mi hijo”.
La lonchera en cifras
“La lonchera de mi hijo”, originado en el año 2005, ha pasado por una serie de fases que han estado ligadas todas a la mejora de la nutrición en niños en edad escolar de zonas vulnerables. Desde 2015 se orientó específicamente a niños en edad preescolar, tal como se mantiene hoy en día.
A partir del año 2016 la SAV logró una alianza con Digisalud para realizar las mediciones atropométricas entre los niños que abriga el programa. De allí se ha constatado, hasta 2019, que se ha mejorado en 10% el peso y talla de los niños que están en contacto con el plan, lográndose llevar a niveles adecuados de nutrición a los involucrados.
Desde 2015 hasta 2019 se han visitado 31 escuelas y se han atendido a 2 mil 535 niños. En el año 2019 se pesquisaron 1 mil 10 infantes y 33 docentes para evaluar su peso y talla. Los resultados de esta evaluación se conocen en tiempo real.
Adicionalmente una nutricionista de la SAV revisa los menús de las 15 escuelas y se elaboran con productos de fácil obtención en sus zonas. Asimismo Miranda refiere que la comunidad educativa de cada escuela está comprometida con esta actividad, “en las asambleas, sin ser obligatorias, asiste aproximadamente el 95% de los padres”.
Para el financiamiento la SAV ha contado con aliados que han prestado su ayuda, como la FSV, entre otros, y también han destinado parte de lo obtenido por el Gran Bono de la Salud, las consultas de la Clínica de Prevención del Cáncer de la Sociedad y partidas especiales para cubrir los costos necesarios.
El Fascinante Origen del Día de las Bromas de Abril El Día de las Bromas de Abril, conocido también como “April Fools’ Day”, tiene raíces históricas sorprendentes. A mediados del siglo XVI, el Año Nuevo se celebraba entre el 25 de marzo y el 1 de abril. Todo cambió cuando un decreto del rey de Francia, conocido como el Edicto de Roussillon, trasladó esta festividad al 1 de enero. Sin embargo, la noticia no llegó a todos de inmediato. Muchas regiones francesas y colonias protestantes en América, por desconocimiento o resistencia, siguieron festejando en abril, lo que les ganó el apodo de “tontos”. Con el tiempo, esta confusión dio paso a una tradición única. Los norteamericanos, ingeniosos y burlones, transformaron el 1 de abril en el Día de las Bromas, una fecha para sorprender con travesuras y regalos divertidos. Lo que comenzó como un error histórico se convirtió en una celebración global, donde la creatividad y el humor son protagonistas. A pesar de su origen europeo, el Día de las Bromas trasciende fronteras. Hoy, empresas, medios y personas aprovechan esta fecha para conectar con audiencias mediante bromas ingeniosas, fortaleciendo lazos sociales y culturales. Es un recordatorio de cómo un malentendido puede evolucionar en algo positivo y entretenido. Fuentes adicionales: “The History of April Fools’ Day” (History.com) “April Fools’ Day: Origins and Traditions” (National Geographic) https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es
Con más de 13.000 años extinto, el lobo gigante renace en laboratorio como el primer caso exitoso de desextinción, gracias a la edición genética avanzada de Colossal Biosciences. Colossal Biosciences ha alcanzado un hito sin precedentes al presentar tres cachorros que combinan el ADN del lobo gris moderno con variantes genéticas del lobo gigante, especie desaparecida hace más de 13 000 años. Tras recuperar ADN fósil en 2021, el equipo identificó 20 genes clave asociados a mayor tamaño, densidad de pelaje y robustez ósea. Utilizando CRISPR, editaron células de lobo gris para crear embriones implantados en madres sustitutas caninas, dando lugar a Rómulo, Remo y Khaleesi, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, respectivamente. La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, calificó a estas crías como “el primer caso de éxito de desextinción. Estamos creando copias funcionales de algo que solía estar vivo”, declaró en una reciente entrevista. Aunque los ejemplares permanecerán en cautiverio, este avance tecnológico podría aplicarse para proteger especies aún vivas, como el lobo rojo, en peligro crítico y limitado a Carolina del Norte. Este proyecto no solo desafía los límites de la biología sintética, sino que también plantea preguntas éticas sobre el bienestar animal y la conservación. Mientras algunos expertos abogan por protocolos rigurosos y marcos regulatorios que garanticen la responsabilidad ecológica, otros ven en la desextinción una herramienta para restaurar dinámicas de ecosistemas perdidos. De prosperar, la reintroducción de estos lobos podría revitalizar hábitats y equilibrar poblaciones de presas. Sin embargo, su éxito dependerá de evaluaciones de comportamiento en semilibertad y de la capacidad de estos animales para adaptarse a entornos naturales. Fuentes consultadas: Colossal Biosciences (2025). Press Release: First Giant Wolf Cubs. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es