CARACAS — En una movida sorprendente, el Ministerio de Salud de Venezuela ha alzado la bandera contra la creciente marea de los cigarrillos electrónicos y vapers, declarándolos fuera de los límites en todo el país.
La resolución, desvelada en la Gaceta Oficial el 1 de agosto y difundida por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), se erige como un escudo contra la fabricación, venta y consumo de estos dispositivos, incluyendo los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) y los Sistemas Electrónicos similares con Nicotina (SSSN).
Desde los rincones del Estado hasta los dominios privados, la normativa hace eco: no habrá lugar para los vapers en el país. Propietarios, empleados y custodios de establecimientos públicos y privados, desde cafés con encanto hasta lugares emblemáticos, se convierten en guardianes de esta decisión de gran alcance.
Los detalles se plasman en letras firmes: desde anuncios públicos que detallen la prohibición hasta la eliminación de la venta y promoción de los dispositivos, cada paso está calculado para asegurar el cumplimiento total de esta audaz medida. Y mientras las nubes de controversia se ciernen sobre la industria de los cigarrillos electrónicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se alinea con la determinación de Venezuela, subrayando los riesgos para la salud que estos dispositivos conllevan.
Esta no es la primera vez que Venezuela muestra su compromiso con la salud pública. En 2011, la nación ya había dado un paso al frente al prohibir el consumo de tabaco en áreas interiores de lugares públicos y de trabajo, una medida que había sido acatada en gran parte por la ciudadanía.
Ahora, con la prohibición de los vapers, Venezuela traza una nueva frontera en la protección de sus ciudadanos, uniéndose a otros países que han tomado medidas similares. Mientras los vientos de cambio siguen soplando, el mundo observa cómo esta nación sudamericana desafía las tendencias y lidera en la defensa de la salud y el bienestar de su gente.
El Fascinante Origen del Día de las Bromas de Abril El Día de las Bromas de Abril, conocido también como “April Fools’ Day”, tiene raíces históricas sorprendentes. A mediados del siglo XVI, el Año Nuevo se celebraba entre el 25 de marzo y el 1 de abril. Todo cambió cuando un decreto del rey de Francia, conocido como el Edicto de Roussillon, trasladó esta festividad al 1 de enero. Sin embargo, la noticia no llegó a todos de inmediato. Muchas regiones francesas y colonias protestantes en América, por desconocimiento o resistencia, siguieron festejando en abril, lo que les ganó el apodo de “tontos”. Con el tiempo, esta confusión dio paso a una tradición única. Los norteamericanos, ingeniosos y burlones, transformaron el 1 de abril en el Día de las Bromas, una fecha para sorprender con travesuras y regalos divertidos. Lo que comenzó como un error histórico se convirtió en una celebración global, donde la creatividad y el humor son protagonistas. A pesar de su origen europeo, el Día de las Bromas trasciende fronteras. Hoy, empresas, medios y personas aprovechan esta fecha para conectar con audiencias mediante bromas ingeniosas, fortaleciendo lazos sociales y culturales. Es un recordatorio de cómo un malentendido puede evolucionar en algo positivo y entretenido. Fuentes adicionales: “The History of April Fools’ Day” (History.com) “April Fools’ Day: Origins and Traditions” (National Geographic) https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es
Con más de 13.000 años extinto, el lobo gigante renace en laboratorio como el primer caso exitoso de desextinción, gracias a la edición genética avanzada de Colossal Biosciences. Colossal Biosciences ha alcanzado un hito sin precedentes al presentar tres cachorros que combinan el ADN del lobo gris moderno con variantes genéticas del lobo gigante, especie desaparecida hace más de 13 000 años. Tras recuperar ADN fósil en 2021, el equipo identificó 20 genes clave asociados a mayor tamaño, densidad de pelaje y robustez ósea. Utilizando CRISPR, editaron células de lobo gris para crear embriones implantados en madres sustitutas caninas, dando lugar a Rómulo, Remo y Khaleesi, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, respectivamente. La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, calificó a estas crías como “el primer caso de éxito de desextinción. Estamos creando copias funcionales de algo que solía estar vivo”, declaró en una reciente entrevista. Aunque los ejemplares permanecerán en cautiverio, este avance tecnológico podría aplicarse para proteger especies aún vivas, como el lobo rojo, en peligro crítico y limitado a Carolina del Norte. Este proyecto no solo desafía los límites de la biología sintética, sino que también plantea preguntas éticas sobre el bienestar animal y la conservación. Mientras algunos expertos abogan por protocolos rigurosos y marcos regulatorios que garanticen la responsabilidad ecológica, otros ven en la desextinción una herramienta para restaurar dinámicas de ecosistemas perdidos. De prosperar, la reintroducción de estos lobos podría revitalizar hábitats y equilibrar poblaciones de presas. Sin embargo, su éxito dependerá de evaluaciones de comportamiento en semilibertad y de la capacidad de estos animales para adaptarse a entornos naturales. Fuentes consultadas: Colossal Biosciences (2025). Press Release: First Giant Wolf Cubs. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es