La producción industrial privada en Venezuela experimentó un crecimiento del 9,5% durante el cuarto trimestre de 2024 en comparación con el mismo período de 2023, según datos del Sistema de Información Estadística de Conindustria (SIEC), obtenidos a través de la Encuesta de Coyuntura Industrial (ECI-IV 24).
El análisis mensual revela que la producción industrial aumentó un 18,8% en octubre, un 5,6% en noviembre y un 4,4% en diciembre de 2024. Estos incrementos reflejan una tendencia positiva en el sector manufacturero venezolano.
Luigi Pisella, presidente de Conindustria, destacó que el 45% de las empresas manufactureras privadas prevén mantener su nivel de producción en el próximo trimestre. Además, el índice de confianza empresarial se situó en un 17,0%, manteniéndose en terreno positivo desde el tercer trimestre de 2023, cuando alcanzó el 18,7%.
Los industriales identificaron varios factores que impactan la producción manufacturera privada. Entre ellos, destacan los excesivos tributos fiscales y parafiscales (84%), la falla en el suministro de combustible (75%), la competencia de productos importados (64%), la incertidumbre política (56%) y el entorno macroeconómico (53%). La escasez de financiamiento (46%) también fue mencionada como un desafío significativo.
En términos de capacidad operativa, la manufactura alcanzó un promedio de 47,8%, el nivel más alto desde el segundo trimestre de 2015. Según el SIEC, las grandes empresas utilizaron el 48,9% de su capacidad, las medianas el 43,3% y las pequeñas el 31,4%.
Durante el cuarto trimestre de 2024, el 96% de los industriales realizó algún tipo de inversión, y el promedio anual se situó en 88%, en contraste con el 79% de las empresas que invirtieron en 2023.
En cuanto a las ventas, el 47% de los industriales reportaron un aumento significativo en comparación con el mismo trimestre de 2023. No obstante, el 65% estima que su volumen de ventas en unidades para el próximo trimestre será similar al evaluado.
El Fascinante Origen del Día de las Bromas de Abril El Día de las Bromas de Abril, conocido también como “April Fools’ Day”, tiene raíces históricas sorprendentes. A mediados del siglo XVI, el Año Nuevo se celebraba entre el 25 de marzo y el 1 de abril. Todo cambió cuando un decreto del rey de Francia, conocido como el Edicto de Roussillon, trasladó esta festividad al 1 de enero. Sin embargo, la noticia no llegó a todos de inmediato. Muchas regiones francesas y colonias protestantes en América, por desconocimiento o resistencia, siguieron festejando en abril, lo que les ganó el apodo de “tontos”. Con el tiempo, esta confusión dio paso a una tradición única. Los norteamericanos, ingeniosos y burlones, transformaron el 1 de abril en el Día de las Bromas, una fecha para sorprender con travesuras y regalos divertidos. Lo que comenzó como un error histórico se convirtió en una celebración global, donde la creatividad y el humor son protagonistas. A pesar de su origen europeo, el Día de las Bromas trasciende fronteras. Hoy, empresas, medios y personas aprovechan esta fecha para conectar con audiencias mediante bromas ingeniosas, fortaleciendo lazos sociales y culturales. Es un recordatorio de cómo un malentendido puede evolucionar en algo positivo y entretenido. Fuentes adicionales: “The History of April Fools’ Day” (History.com) “April Fools’ Day: Origins and Traditions” (National Geographic) https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es
Con más de 13.000 años extinto, el lobo gigante renace en laboratorio como el primer caso exitoso de desextinción, gracias a la edición genética avanzada de Colossal Biosciences. Colossal Biosciences ha alcanzado un hito sin precedentes al presentar tres cachorros que combinan el ADN del lobo gris moderno con variantes genéticas del lobo gigante, especie desaparecida hace más de 13 000 años. Tras recuperar ADN fósil en 2021, el equipo identificó 20 genes clave asociados a mayor tamaño, densidad de pelaje y robustez ósea. Utilizando CRISPR, editaron células de lobo gris para crear embriones implantados en madres sustitutas caninas, dando lugar a Rómulo, Remo y Khaleesi, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, respectivamente. La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, calificó a estas crías como “el primer caso de éxito de desextinción. Estamos creando copias funcionales de algo que solía estar vivo”, declaró en una reciente entrevista. Aunque los ejemplares permanecerán en cautiverio, este avance tecnológico podría aplicarse para proteger especies aún vivas, como el lobo rojo, en peligro crítico y limitado a Carolina del Norte. Este proyecto no solo desafía los límites de la biología sintética, sino que también plantea preguntas éticas sobre el bienestar animal y la conservación. Mientras algunos expertos abogan por protocolos rigurosos y marcos regulatorios que garanticen la responsabilidad ecológica, otros ven en la desextinción una herramienta para restaurar dinámicas de ecosistemas perdidos. De prosperar, la reintroducción de estos lobos podría revitalizar hábitats y equilibrar poblaciones de presas. Sin embargo, su éxito dependerá de evaluaciones de comportamiento en semilibertad y de la capacidad de estos animales para adaptarse a entornos naturales. Fuentes consultadas: Colossal Biosciences (2025). Press Release: First Giant Wolf Cubs. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es