· La tercera entrega de esta colección está dedicada al fomento de valores y buenas prácticas para estimular la lecto-escritura
Fundación Empresas Polar presentó el libro Lo escribo yo. Mi familia, escrito por Maite Rotaeche e ilustrado por Gisela Arévalo, como parte de su compromiso de continuar ofreciendo materiales didácticos y al alcance de todos, que contribuyan a la educación de calidad.
La obra, diseñada para estimular el desarrollo de la creatividad de los jóvenes lectores, está integrada por 19 capítulos con un contenido que lleva al niño de la mano para que escriba historias libremente, desde sus afectos y experiencia propia. Al cierre, se ofrece un capítulo con orientaciones para el adulto que ejerce como mediador del proceso, de forma que se convierta en buen cómplice de las creaciones escritas.
“Convencidos de la importancia de fomentar el valor del trabajo creativo, en Fundación Empresas Polar celebramos la entrega de esta obra, en la cual se ofrece un cofre de sorpresas para que el niño experimente el placer de leer, se encuentre consigo mismo, con su potencialidad y con la libertad de crear y sentir el orgullo de escribir su historia y producir sus propios relatos”, expresó Leonor Giménez de Mendoza, Presidenta de Fundación Empresas Polar.
“Comulgamos con la idea de fomentar una educación de calidad bajo una visión integral”, agregó la presidenta de la institución. “Nuestro norte sigue siendo la formación del capital de relevo y estamos seguros de que esta significativa pieza contribuirá en la construcción de la nación que todos queremos, en armonía con el ambiente y en pro de una convivencia sana”.
Gisela Goyo, coordinadora de Ediciones Fundación Empresas Polar, apuntó por su parte que la publicación es más que un libro. “Incluye picardías que llevan al pequeño lector a que explore todo su potencial. La meta es que aprenda a expresar sus ideas, a inventar historias, registrar datos, crear personajes y que entre en contacto expresamente con nociones acerca del valor de la familia, el trabajo, la solidaridad y el respeto por el otro”.
Lo escribo yo. Mi familia, es el tercer título de la colección, antecedida por Lo escribo Yo (Mano Chucho) y Lo escribo yo. Mi comunidad.
“Fieles a nuestra política editorial, a la fecha de la presentación de esta obra se donó 60% del total de libros impresos a las bibliotecas de aquellas escuelas con las que trabajamos a lo largo y ancho del país.
Igualmente, una vez se agote la versión impresa, Lo escribo yo. Mi familia, podrá ser descargado desde BiblioFEP, la plataforma educativa en línea de Fundación Empresas Polar”, agregó Goyo.
El Fascinante Origen del Día de las Bromas de Abril El Día de las Bromas de Abril, conocido también como “April Fools’ Day”, tiene raíces históricas sorprendentes. A mediados del siglo XVI, el Año Nuevo se celebraba entre el 25 de marzo y el 1 de abril. Todo cambió cuando un decreto del rey de Francia, conocido como el Edicto de Roussillon, trasladó esta festividad al 1 de enero. Sin embargo, la noticia no llegó a todos de inmediato. Muchas regiones francesas y colonias protestantes en América, por desconocimiento o resistencia, siguieron festejando en abril, lo que les ganó el apodo de “tontos”. Con el tiempo, esta confusión dio paso a una tradición única. Los norteamericanos, ingeniosos y burlones, transformaron el 1 de abril en el Día de las Bromas, una fecha para sorprender con travesuras y regalos divertidos. Lo que comenzó como un error histórico se convirtió en una celebración global, donde la creatividad y el humor son protagonistas. A pesar de su origen europeo, el Día de las Bromas trasciende fronteras. Hoy, empresas, medios y personas aprovechan esta fecha para conectar con audiencias mediante bromas ingeniosas, fortaleciendo lazos sociales y culturales. Es un recordatorio de cómo un malentendido puede evolucionar en algo positivo y entretenido. Fuentes adicionales: “The History of April Fools’ Day” (History.com) “April Fools’ Day: Origins and Traditions” (National Geographic) https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es
Con más de 13.000 años extinto, el lobo gigante renace en laboratorio como el primer caso exitoso de desextinción, gracias a la edición genética avanzada de Colossal Biosciences. Colossal Biosciences ha alcanzado un hito sin precedentes al presentar tres cachorros que combinan el ADN del lobo gris moderno con variantes genéticas del lobo gigante, especie desaparecida hace más de 13 000 años. Tras recuperar ADN fósil en 2021, el equipo identificó 20 genes clave asociados a mayor tamaño, densidad de pelaje y robustez ósea. Utilizando CRISPR, editaron células de lobo gris para crear embriones implantados en madres sustitutas caninas, dando lugar a Rómulo, Remo y Khaleesi, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, respectivamente. La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, calificó a estas crías como “el primer caso de éxito de desextinción. Estamos creando copias funcionales de algo que solía estar vivo”, declaró en una reciente entrevista. Aunque los ejemplares permanecerán en cautiverio, este avance tecnológico podría aplicarse para proteger especies aún vivas, como el lobo rojo, en peligro crítico y limitado a Carolina del Norte. Este proyecto no solo desafía los límites de la biología sintética, sino que también plantea preguntas éticas sobre el bienestar animal y la conservación. Mientras algunos expertos abogan por protocolos rigurosos y marcos regulatorios que garanticen la responsabilidad ecológica, otros ven en la desextinción una herramienta para restaurar dinámicas de ecosistemas perdidos. De prosperar, la reintroducción de estos lobos podría revitalizar hábitats y equilibrar poblaciones de presas. Sin embargo, su éxito dependerá de evaluaciones de comportamiento en semilibertad y de la capacidad de estos animales para adaptarse a entornos naturales. Fuentes consultadas: Colossal Biosciences (2025). Press Release: First Giant Wolf Cubs. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es